miércoles, 29 de junio de 2011

La presa y la Central de Aldeadávila (II)

Un poco más de historia. Primera parte.
A principios de siglo cuando solo funcionaban en España modestos saltos de agua que a duras penas abastecían de luz eléctrica a su pequeño entorno, en el Duero ya se había instalado una central de 5.000 CV y los ingenieros buscadores de energía e fascinaban ante las posibilidades de un río que en pocos kilómetros de su curso, creaba un desnivel de 482 metros y una aportación anual de 11.000 millones de metros cúbicos.
Ese caudal y esa pendiente, según calculó D. José Orbegozo, fundador de los saltos de Duero, podían producir al año 10.000 millones de kilovatios hora. Y no anduvo desencaminado.

Estado original del río Duero en el salto de Aldeadávila


Quien ahora contemple la inmovilidad aparente de las épocas estivales de la presa de Aldeadávila, difícilmente podrá imaginar el dinamismo que tuvo lugar durante años con la finalidad de cerrar las etapas del proyecto energético del Duero.
La presa y la central de Aldeadávila, una de las presas que mayor energía eléctrica producen en Europa, no es sino la unión de todas las tecnologías, de todas las experiencias y de todas las lecciones de ingeniería hidráulica aprendidas en cincuenta años de lucha contra el río, de problemas solventados tras las anteriores experiencias en las presas de Villalcampo, Castro y Saucelle.
La central de Aldeadávila se construyó en un momento especialmente oportuno en relación con la necesidad de energía, la renovación de la técnica constructora y los planteamientos económicos de la empresa y de España.
Con anterioridad, el mercado eléctrico había sido primeramente de oferta y luego de demanda. Al terminar la construcción de la central del Esla sobraban kilovatios, hasta el punto de que “Saltos del Duero” hubo de promocionar empresas que los demandaran. Pero en la postguerra, un programa de urgente industrialización unido a una larguísima sequía suscitó súbitamente una demanda que nadie podía satisfacer al faltar el equipamiento termoeléctrico oportuno. Las centrales de Villacampo y Castro se construyeron para responder esas necesidades y su producción cubrió toda la demanda.
La demanda siguió creciendo, sobre todo cuando España entró decididamente en una dinámica de desarrollo económico. Empezaron a construirse entonces las grandes térmicas que habrían de abastecer la demanda básica del mercado y prosiguió también la construcción de los aprovechamientos hidroeléctricos, si bien, en lo sucesivo, su producción iría destinada a cubrir las puntas de demanda del mercado. Esta producción coordinada iba a requerir centrales de gran potencia instalada y menos horas de funcionamiento. Con esta visión se decidió la construcción de Aldeadávila.


Preparación de trabajos - Presa y Central de Aldeadávila



El primer acercamiento al río: los trabajos de preparación de la obra fueron sencillamente valerosos. Escaleras de madera literalmente cosidas a la roca vertical permitieron el acceso del personal hasta el fondo del barranco. Pasos de fortuna para salvar el cauce, no siempre apacible, del Duero, y donde los hombres a veces tenían que hacer
verdaderos equilibrios con su carga de materiales.

Excavación de roca - Presa de Aldedávila


Presa y Central de Aldeadávila: Puente construido con la finalidad de ejecutar esta obra colosal.
Una vez cumplió su uso, fue desmantelado.


Presa y Central de Aldeadávila - Otra vista del puente auxiliar


El empleo de medios nuevos de construcción permitió llevar la obra a un ritmo espectacular, solo interrumpido por las crecidas del Duero. Llegaron a aforarse más de 9.000 metros cúbicos en la crecida del Duero den los últimos días de diciembre en 1961, los cuales correspondían a los caudales de las avenidas de periodos de retorno de 100 años.



Salto de Aldeadávila - finalización de su construcción
Ell poblado para el personal de operación y mantenimiento de la central se construyó en un paraje de los arribes menos vertical, donde se produce la alternancia de paso de granito a las pizarras, formándose sobre un meandro del río una península relativamente suave. La hospedería y la capilla fueron construidas aprovechando las ruinas del convento franciscano de La Verde donde es tradición que estuvo San Francisco de Asís durante su histórica peregrinación a Santiago.

En la obra de Aldeadávila se comenzaron a aplicar nuevas técnicas de innovadoras que hacía 1952 habían hecho su aparición: desde el empleo de barras de widia (carburo de tugsteno) que multiplicaron por 10 la velocidad de perforación, hasta palas cargadoras, por volteo, para túneles, accionadas por aire comprimido.


Presa de Aldeadávila - Grandes movimientos de tierras


Por otro lado, las instalaciones de hormigonado quedaron, a partir de entonces, concebidas como auténticas fábricas de un producto industrial fiable. Se abandonó la dependencia de tener que fabricar el cemento a pie de obra partiendo del clinker, como incluso se había practicado en la construcción de la presa de Saucelle, y en su lugar todo el cemento ser recibió de Cementos Hontoria, empresa creada por Iberduero para atender estos abastecimientos y los futuros que habría de requerir la gran presa bóveda de Villarino.

Presa de Aldeadávila - Gran salto vertical a salvar desde la planta de hormigón hasta su lugar de uso


Presa de Aldeadávila - Gran desnivel a salvar con el hormigón


Presa de Aldeadávila - Transporte de hormigón por cables


Presa de Aldeadávila - Planta de fabricación de hormigón

Presa de Aldeadávila - Planta de farbricación de hormigón

La excavación total de la obra proporcionó la piedra necesaria para la fabricación del hormigón de presa por lo que no fue necesaria la apertura de una cantera lo cual no deja de ser excepcional en obras de este tipo.


Presa y Central de Aldeadávila - Excavación de galerías

Otros medios más eficaces que los usados hasta el momento se emplearon para el transporte de hormigón hasta el tajo que correspondiera. Las tongadas en presa se compactaban por primera vez con vibradores múltiples de inmersión, de alta frecuencia, montados sobre Bulldozers.
También en Aldeadávila se empezó a controlar científicamente la temperatura de fraguado del hormigón y a refrigerarlo, no con hielo como se llegó a hacer en obras anteriores, sino embebiendo en la masa circuitos de agua a cuatro grados de temperatura.






Fotografías antiguas de la construcción de la Presa de Aldeadávila

4 comentarios:

  1. Que buenas entradas, has recuperado fotos antiguas pero de verdad eh?? jeje.

    Saludos.

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  2. Gracias. Pues si, de hecho me da la sensación de que alguna de ellas sea originalmente en blanco y negro, y haya sido posteriormente coloreada.
    Un saludo!

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  3. ¡Excelente trabajo! Muchas gracias

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  4. Qué gran sorpresa ver todo esto.
    Muchas gracias y un favor: Podrías decirnos quién fue el ingeniero jefe de la obra, y quién era el Presidente del Consejo de Administración de Iberduero en aquellas fechas?.

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